miércoles, 31 de marzo de 2010



LA PACHAMAMA, NUESTRA MADRE TIERRA
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Las tradiciones indígenas describen a la Pachamama como una mujer de baja estatura, de grandes pies y sombrero alón. Madre de los cerros y de los hombres toda la naturaleza es su templo y a sus altares se les llama "Apacheta", montículos de piedra ubicados a los lados del camino (en Amaicha del Valle, Tucumán, en el medio de la plaza hay una Apacheta).
La leyenda dice que la Pachamama y que la acompaña un séquito integrado por el Pujllay (deidad que preside el carnaval), el Llajtay (Dios de las aves y genio protector masculino) y la Ñusta (doncella del Imperio Inca a quién se la emparenta con la Virgen del Socavón)..EL RITO DE LA PACHAMAMA.
Para el 1º de agosto en todo el noroeste de nuestro país se entierra en un lugar cerca de la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca, yicta, alcohol, vino, cigarros y chicha para carar (alimentar) a la Pachamama. Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados con lana de llama hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama.
A esta deidad periódicamente se le rinde pleitesía mediante el acto ritual denominado Challa, en afán de reparar con este rito la acción humana de hollar en su seno, al mismo tiempo se agradece los bienes que nos ofrece para nuestro sustento o las riquezas que guardaba en su seno, pidiendo que no deje de favorecernos. Mediante la voz de ¡Pachamama kusiya! los kollas hacen sus ofrendas, esta es su oración a la Madre Tierra.
La Pachamama es por lo tanto la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. La Pacha Mama vendría a ser la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el Estado Andino.
Pueden visitar http://www.myspace.com/arbolitofolk y seleccionar el tema Pachamama.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cero en geometría



Henri miró el reloj. Dos de la madrugada. Cerró el libro con desesperación. Seguro que mañana sería reprobado. Entre más quería hundirse en la geometría, menos la entendía. Dos fracasos ya, y sin duda iba a perder un año. Sólo un milagro podría salvarlo. Se levantó. ¿Un milagro? ¿Y por qué no? Siempre se había interesado en la magia. Tenia libros. Había encontrado instrucciones sencillísimas para llamar a los demonios y someterlos a su voluntad. Nunca había hecho la prueba. Era el momento, ahora o nunca.
Sacó del estante el mejor libro sobre magia negra. Era fácil. Algunas fórmulas. Ponerse al abrigo de un pentágono. El demonio llega. No puede nada contra uno, y se obtiene lo que se quiera. Probemos.
Movió los muebles hacia la pered, dejando el suelo limpio. Después dibujó sobre el piso, con un gis, el pentágono protector. Y después pronunció las palabras cabalísticas. El demonio era horrible de verdad, pero Henry hizo acopio de valor y se dispuso a dictar su voluntad.
-Siempre he tenido cero en geometría - empezó.
-A quién se lo dices...- contestó el demonio con burla.
Y saltó las líneas para devorar a Henry, las líneas del hexágono que el muy idiota había dibujado en lugar de un pentágono.
FIN

martes, 23 de marzo de 2010